Aprender un segundo idioma tiene muchos beneficios que pueden repercutir positivamente en el crecimiento personal y profesional de una persona.
El bilingüismo se ha relacionado con la mejora de las capacidades cognitivas, la conciencia cultural y las oportunidades profesionales, donde la mejor etapa para aprender un segundo idioma es en la infancia.
Los padres pueden desempeñar un papel fundamental a la hora de fomentar el aprendizaje de idiomas en sus hijos, exponiéndoles a varias lenguas e inscribiéndoles en programas de inmersión lingüística, invertir en la formación lingüística puede conducir al éxito futuro y al crecimiento personal.