Es necesario fortalecer las acciones dirigidas a prevenir y atender el consumo de alcohol en estudiantes, a través de servicios médicos o psicológicos, ya que no es la solución dar de baja de las instituciones educativas a las y los estudiantes que presentan alcoholismo, debido a que al ser expulsados aumenta su problema de consumo.
Mediante datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (Ensanut) que aplicó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala que quienes no estudian presentan niveles más altos de consumo de bebidas alcohólicas que quienes sí acuden a la escuela, siendo los estudiantes de nivel superior quienes más consumen alcohol, en comparación con los de secundaria y preparatoria.
Un aproximado del 66.3 % de las y los mexicanos son abstemios o consumidores moderados y 27.6 % ingiere bebidas alcohólicas de forma excesiva y el 2.2% tiene dependencia y necesita ayuda especializada.