De acuerdo a la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la venta de cigarros en los pequeños comercios representa un verdadero motor de ventas, al promover hasta un 25% del ticket mensual por su venta directa y las ventas indirectas que genera.
Prohibir la exhibición de este producto significa sacar su venta a las banquetas y cruceros y fortalecer el mercado informal, el contrabando y piratas que evaden al fisco que tienen como práctica normal la venta de cigarros sueltos, en perjuicio de los consumidores, de la endeble estabilidad del pequeño comercio, y que provoca un mayor riesgo de salud pública.