La ciudad de León se posiciona como el tercer municipio con mayor incidencia delictiva a nivel nacional, solo por detrás de Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California.
La capital del calzado ha sido tomada y convertida en un campo de batalla entre grupos criminales, que sin impórtales irrumpir en el centro histórico, en los tramos carreteros de mayor afluencia o frente a las cámaras del C4 realizan ataques armados, dejan cuerpos maniatados, quemados o mutilados que escandalizan a la ciudadanía.
Los guanajuatenses se encuentran aterrados, no es posible salir a la calle sin el temor de ser víctima de la violencia, y al exigir resultados de las autoridades, estas se limitan a guardar silencio o a alardear sobre estrategias que han sido deficientes ante las muestras de violencia del estado.