Se han convertido en un verdadero problema, las llantas en desuso se están convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades sanitarias, y es que desde que inició la temporada de Dengue, eventos como llantathón buscan aminorar la sobrepoblación de neumáticos en tiraderos clandestinos.
Y es que el municipio de Silao de la Victoria es el que cuenta con más casos positivos por dengue con casi 500, autoridades de salud buscan implementar programas de desllantización, para evitar la proliferación de esta enfermedad, cuyo transmisor le encanta reproducirse en las llantas.
En Guanajuato, la cantidad de llantas desechadas ha aumentado significativamente en los últimos años, generando un problema ambiental y de salud pública.
Se estima que se desechan más de 1 millón de llantas al año en Guanajuato, el 70% de ellas no se reciclan adecuadamente.
Entre los principales impactos de estos tiraderos destacan la contaminación del suelo y agua subterránea, atrapan calor y crean islas de calor urbanas, así como el albergue de mosquitos transmisores de enfermedades como dengue, Zika y Chiconguya.
Además, existe una fuerte exposición a sustancias tóxicas como el plomo y el cadmio.
Pero a dónde van las llantas desechadas?.. la Secretaría de Salud de Guanajuato informó que las llantas que logran reciclar son enviadas a la conversión de productos como combustible, asfalto y materiales de construcción.
El gobierno de Guanajuato ha implementado programas de reciclaje de llantas y algunas empresas privadas ofrecen servicios de recolección y reciclaje.
Los principales desafíos que enfrentan los guanajuatenses ante esta problemática es la falta de infraestructura para el reciclaje, costos elevados para la recolección y procesamiento pero principalmente se necesita una mayor conciencia y participación ciudadana.
Es fundamental abordar el problema de las llantas desechadas en Guanajuato mediante la implementación de políticas públicas efectivas, la educación y la participación ciudadana.