Nuestro cuerpo dispone de mecanismos para regular la temperatura corporal, pero cuando las temperaturas externas suben en exceso las consecuencias pueden resultar riesgosas.
-Cambios en el estado de ánimo y conciencia
-Fatiga e insomnio
-Daño muscular y circulatorio
-Disminución de la memoria
-Problemas respiratorios
-Golpe de calor
-El salpullido
-Calambres
- Desmayos
-Agotamiento.
Para prevenir alguna situación de calor es necesario usar bloqueador solar, cubrirse adecuadamente la piel, cabeza y ojos, Usar ropa cómoda, sombreros, gorros y gafas de sol.
Consumir abundantemente agua, líquidos y bebidas isotónicas, evitar comidas pesadas de difícil digestión que hacen aumentar la temperatura interna.