La esperanza de encontrar a sus hijos o familiares es lo último que muere para grupos de mujeres que luchan incansablemente por encontrar la justicia que quizá su sus seres queridos desaparecidos nunca podrán ver llegar y tal vez ellas tampoco.
Los colectivos de madres buscadoras enfrentan un calvario emocional y desgastante, pero su determinación y valentía las mantienen en pie a pesar de las amenazas que enfrentan en esta travesía para muchas infinita y para otras que, aunque han encontrado los cuerpos de sus hijos siguen solidarizándose con los grupos y aportan su experiencia.
En el estado de Guanajuato, de 2020 a principios de este 2024, el número de resistencia o colectivos se incrementó de 2 a 25. En este periodo 9 integrantes de estos grupos han sido asesinadas y una, Lorenza Cano, quien permanece en calidad de desaparecida.
Y es que los mecanismos de protección a estos grupos han sido insuficientes, incluso el cuidado a estas personas a cargo del estado fue retirada desde mayo pasado.
En México se estima que más de 100 mil personas se encuentran en calidad de desaparecidas, en tanto que en Guanajuato según la Universidad Iberoamericana y colectivos, más de 4 mil 200, desde 2009 a la fecha.
En esta intensa y desesperada búsqueda se han logrado recuperar 1 mil 242 cuerpos en 33 de los 43 municipios, en más de 660 fosas localizadas desde 2009.
Lo cierto es que la justicia, la protección, la participación gubernamental e incluso la sociedad en general ha preferido no voltear a ver a estos grupos
Con este panorama, las madres buscadoras en Guanajuato continúan su lucha incansable, exigiendo justicia y verdad para sus seres queridos desaparecidos. Su valentía y determinación son un ejemplo de la resiliencia y de la falta de justicia y protección en nuestro País, que sin duda hace falta medidas efectivas para la prevención de las desapariciones y en su caso la empatía para la búsqueda.