Venta de vehículos, terrenos, solicitud de apoyos económicos a familiares en el extranjero y créditos personales son las opciones que han tenido que tomar los pequeños empresarios del giro de cantinas independientes en León a causa del cierre de los establecimientos y la limitante para trabajar desde que inició la pandemia, así lo afirmó Julio César Bautista, Encargado del Bar Casta Brava en Colonia Obregón, un negocio familiar del que depende una plantilla laboral de 11 personas.
Con el regreso al color rojo en el Semáforo Epidemiológico de Guanajuato a partir del 28 de diciembre del 2020, cantinas, bares y centros nocturnos fueron los únicos establecimientos que se vieron obligados a cerrar por segunda ocasión sus puertas al público luego de apenas 2 meses y medio de su reapertura, lo que significó un golpe económico muy fuerte para quienes viven de este sector, por lo que Julio recalcó que las medidas tomadas por las autoridades sanitarias son incomprensibles, mediocres y cobardes al castigar un giro tan pequeño cunado se percibe una ciudad con mucho movimiento en otras unidades económicas donde existe una mayor aglomeración de personas, por último, Bautista apuntaló que al día de hoy y después de 7 meses sin trabajar, la deuda que el ha adquirido para poder solventar los gastos fijos del negocio rebasan los 400 mil pesos, tomando en cuenta que requiere un promedio de 70 mil pesos mensuales para cubrir dichos costos.