Para contener y disminuir la congestión vial, el reto que tiene León va más allá de mejorar sólo un aspecto de movilidad sino una transformación completa a una movilidad sustentable, una situación que avanza lento debido a que depende principalmente de recursos y no de voluntades, detalló Graciela Amaro, Directora del Instituto Municipal de Planeación.
La Arquitecta reconoció que la contingencia sanitaria ha expuesto más estás necesidades, detallando que en cuanto movilidad ciclista falta conectividad, biciestacionamientos y mayor cobertura del programa bici pública; respeto al transporte público se requieren más kilómetros de carriles exclusivos y pavimentación de calles; en el tema peatonal hay un déficit de banquetas, sobre todo en la zona periurbana y banquetas angostas en la parte más antigua de la ciudad, sumando a todo esto un sistema semaforizado obsoleto, aunque aseveró que dichas problemáticas se han convertido en áreas de oportunidad que ya están siendo atendidas a través del urbanismo táctico, un modelo de movilidad exitoso en otras ciudades del mundo.