El alto déficit de vivienda, la existencia de predios irregulares, los bajos salarios y las pocas oportunidades de acceso a créditos hipotecarios, dan pie a que los fraudes inmobiliarios sigan creciendo sin tener registro de los mismos, declaró Francisco Alejandro Lara, Presidente Estatal del Colegio de Notarios.
Las actividades fraudulentas suelen presentarse desde el proceso de solicitud de crédito, al contacto con falsas inmobiliarias y en el desconocimiento sobre la infraestructura de una vivienda, situaciones generadas por falta de cultura, aseveró Griselda Martínez, Directora de Modernización Registral y Catastral de la SEDATU.
Según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), cada año se pierden 600 millones de pesos por actividades ilícitas en el sector inmobiliario en el país.
Aunque el "fraude inmobiliario" no está previsto como tal, los artículos 387 y 398 Bis del Código Penal Federal equipara la venta duplicada, falsificación de documentos, inexistencia de inmueble, anticipos y existencia de gravámenes, como delito de fraude y pueden sancionarse con tres días y hasta 12 años de prisión y multas de 10 mil 138 pesos.