Nuestra Madre Santísima de la Luz quiso quedarse en León.

Este miércoles los leoneses están de manteles largos al celebrar y recordar a Nuestra Madre Santísima de la Luz, quien fue declarada protectora de León contra los rayos, inundaciones y la peste desde el año de 1732.

La advocación de Nuestra Señora de la Luz es una de las más veneradas en la ciudad de León, pues desde su llegada, se ha arraigado en la devoción de los feligreses siendo también nombrada patrona de la ciudad; cuenta una leyenda que fue ella misma quien habría escogido la recién creada Villa, para instalarse

Se trata de una pintura que representa a María llevando en su brazo izquierdo al Niño Jesús, quien tiene en la mano derecha un corazón, y con la izquierda toma otro ángel para salvarlo del mal, además de tener una canasta llena de corazones y un ángel arrodillado.