Durante 28 años Irma Hernández, quien padece artritis reumatoide, llevó tratamientos que controlaban su dolor, pero le ocasionaban otros malestares como gastritis, colitis, pérdida de cabello y daño a su hígado. Fue así que decidió buscar otra alternativa para su malestar y en los últimos dos años ha tomado CBD, un producto natural del cannabis medicinal.
Consume el producto tres veces al día, así ha podido dejar la mayoría de sus medicamentos, sin embargo, de manera preventiva sigue siendo valorada por su médico internista, quien en su última consulta le dijo que su diagnóstico era bueno, pues su padecimiento sigue siendo controlado.
Buscó más opciones porque su mamá y su hermana también sufren de esta enfermedad y entienden del dolor. Han sufrido el no poder sostener un vaso de agua, no resistir el peso de las cobijas, no poder abrir la llave de la regadera, y ni hablar de los cambios de temperatura.
"Vivir con dolor, no es vivir", expresó Irma, pues ante una enfermedad que no tiene cura, sabe que es importante mantener su calidad de vida, cuidarse y llevar a cabo su seguimiento médico.