La insuficiencia renal cada día se presenta más en la población, por ello está considerada como una enfermedad catastrófica, debido al gran incremento que ha habido en los últimos 10 años de personas que requieren de un trasplante.
En el año 2008 en el Centro Estatal de Transplantes tenían alrededor de 400 pacientes en lista de espera y de acuerdo al último corte de los primeros días de este 2021 es ya de 2 mil 150 pacientes solicitantes.
El 85 por ciento de las personas con disfunción renal están en edad productiva entre los 15 y los 60 años, pero es importante resaltar que actualmente en Guanajuato, 60 niños están anotados para trasplante.
Esta enfermedad es más común en los hombres, derivado de el estrés laboral, el consumo de alcohol, de tabaco y drogas.
Los malos hábitos alimenticios, abuso de sustancias nocivas, la hipertensión, la diabetes y la obesidad son detonantes de esta enfermedad y una vez que el paciente logra ser trasplantado y no rechaza el nuevo órgano en su cuerpo, debe tener cuidados extremos y medicamento de por vida, pero con la pandemia esos protocolos tienen que ser más estrictos.
El paciente trasplantado esta dentro de la población en riesgo por el tipo de medicamento que toma, ya que estos bajan las defensas por ser inmunosupresores, lo que los hace más susceptibles de infecciones que en ellos serían más graves o más severas.