El indice de felicidad de los niños y niñas ha sido uno de los más notorios derivado del confinamiento y la falta de interacción social, teniendo impactos considerables en lo educativo, en la calidad de aprendizajes, en la salud mental de los estudiantes y en la deserción escolar.
Por lo que el reciente regreso a clases presenciales fue considerado indispensable por las autoridades estatales para combatir los impactos de la pandemia en los menores, que de acuerdo con la UNICEF en 2021, se registró un incremento del 27% de ansiedad y 15% en depresión en adolescentes y jóvenes, aunado a un 43% de jóvenes que se sienten pesimistas hacia el futuro, donde 3 de cada 4 menores han sentido la necesidad de pedir ayuda en relación a su bienestar físico y mental, externo el Secretario de Educación del Estado de Guanajuato, Jorge Enrique Hernández.