El 75% del planeta está cubierto por agua y la mayoría es salada, sólo aproximadamente el 3% es agua dulce y parte de ella está congelada en los glaciares e icebergs.
El agua es esencial para la supervivencia de los seres vivos y ello la convierte en un recurso muy valioso que debemos de conservar y compartir entre todos.
El agua es elemento fundamental para la vida y la supervivencia de nuestro planeta y nuestra biodiversidad ya que es la vital fuente de vida, pero el impacto de la actividad humana en el cambio climático está mermando las reservas de agua y especialmente de agua potable, debido a que mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible, por eso nuestro objetivo fundamental debe ser el cuidado del agua.
Esta escasez representa para muchos países el desafío más acuciante para el desarrollo socioeconómico y humano en general, en el que la demanda de este recurso, en todos los sectores, incluyendo el del medio ambiente, no puede ser satisfecha debido al impacto del uso del agua en el suministro o en la calidad del recurso.
La acelerada urbanización, el incremento en las actividades agrícolas, el uso de fertilizantes y plaguicidas, la degradación del suelo, las altas concentraciones de población y la deficiente eliminación de desechos afectan la disponibilidad de los recursos de agua dulce.