La contingencia sanitaria del Covid-19 ha generado que el Pecado original de los recién nacidos, sea exento ante la imposibilidad de realizar el bautismo que estuvo fuertemente marcado por una mirada restrictiva de la salvación en décadas pasadas, donde el pensamiento católico refiere que es el sacramento que conduce a la salvación, dado que permite ser miembro de la Iglesia y borrar las huellas del pecado original. El padre Marcos Cortés, vocero de la Arquidiócesis de León, señaló que los bebés tienen protección divina y los padres y madres de familia que tengan pendiente bautizar, deben tener paciencia porque en ésta situación de contingencia es más importante mantener la salud.