"Pirotecnia, entre la diversión, el dinero y la muerte"
La cultura de quemar pólvora en México data desde el año 1600 cuando en Chapultepec se instaló la primera fábrica en la cual se elaboraban artefactos explosivos para la pujante industria minera y para conflictos armados.
Pero hoy en día la elaboración de fuegos pirotécnicos o cohetes de juguetería acaparan la atención de chicos y grandes, pero también el repudio de un amplio sector de la población.
Las entidades federativas con el mayor número de accidentes con pirotecnia son el estado de México, Puebla, Guanajuato y Oaxaca con 199, 58, 53 y 45 accidentes respectivamente.
En total desde el 2003 al 2021 explotaron 649 polvorines en el país.
Fuente: Coordinación Nacional de Protección Civil
Los estallidos en polvorines con muertes y lesionados registrados en el periodo del 2003 al 2021 suman 469 decesos concentrándose en los estados de México, Puebla, Tlaxcala, Jalisco, Oaxaca, Michoacán y Guanajuato.
Fuente: Coordinación Nacional de Protección Civil
Donde más ocurren los accidentes por pirotecnia es en los talleres clandestinos, lugares donde no cuentan con los permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional la cual es la encargada de otorgar el visto bueno para la fabricación de cuetes.
Gráfico:
Los estados de México, Puebla, Guanajuato, Jalisco y Ciudad de México, concentran la mayor cifra de personas lesionadas con 2 mil 65.
Fuente: Coordinación Nacional de Protección Civil
La actividad pirotécnica en el Estado de México representa una derrama económica de 7 mil millones de pesos anuales para poco más de 40 mil familias, pero a nivel nacional genera dividendos por 15 millones de pesos al año en beneficio de 200 mil familias.