Ante los fraudes a los que nos podemos exponer al solicitar un préstamo económico, una alternativa es asegurarnos de hacerlo directamente a una institución financiera o bancaria, pues cada vez son más las empresas ficticias que a través anuncios en periódicos, de páginas apócrifas de internet o incluso las redes sociales, se hacen pasar como una institución confiable.
Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF), cuenta con el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros, que es de carácter público y cuyo principal objetivo consiste en proporcionar información corporativa y general de las instituciones financieras.
Así si la Institución que se busca, no se encuentra en este registro, lo más seguro es que no se trate de una Institución Financiera o que no cumple con la normatividad aplicable.