Gabriela Martínez, es una de las amas de casa que se ha visto afectada por el desempleo, ya que su esposo se quedó sin trabajo y tiene más de tres meses vendiendo su ropa y zapatos para poder sacar para las tortillas.
Además, pide el apoyo de la ciudadanía ya que entre sus hijos un pequeño de leche y pañales, lo que representa un gasto extraordinario.