Hoy en día es muy probable que la mayoría de nosotros seamos plenamente consciente de la ansiedad y los desajustes emocionales que nos provoca la pérdida de un ser querido, podemos hablar de la profunda y prolongada pena que nos aqueja por un tiempo indefinido, en la que en muchas ocasiones se ha pensado que el paso por este momento debe de ser lo más rápido posible, ya que se le contempla como algo patológico y no deseado.
Es importante darnos cuenta de que el duelo se presenta ante una pérdida, siendo algunos tipos los siguientes: fallecimiento de un ser querido, terminar alguna relación, pérdidas de una mascota, trabajo, capacidades o intrapersonales, materiales, evolutivas ente otras.
También hay reacciones que son esperadas y consideradas en algún momento como normales, en el que la variación depende del lazo afectivo que se haya tenido con la persona, generalmente este proceso es por aproximadamente 6 meses, pero no quiere decir que al concluir ese tiempo la persona esté exenta de malestar emocional, ya que pueden presentarse nuevamente de manera imprevista o por periodos ocasionales por el sufrimiento o el recuerdo de la persona o cosa.