Realiza la Dirección General de Movilidad pruebas antidoping y de alcoholímetro a operadores del transporte público, con el fin de garantizar la integridad de las personas usuarias en sus trayectos.
En lo que va del año, se han aplicado 6 mil 494 pruebas y 6 mil 690 pruebas de alcoholimetría; de las cuales 6 mil 467 y 6 mil 683 respectivamente, han sido negativas; es decir, los operadores se mantienen limpios de sustancias nocivas para la salud, por lo que están aptos para brindar un buen servicio a la ciudadanía.
Por reglamento, las empresas concesionarias deben someter a sus operadores a las pruebas y en este sentido, la Dirección General de Movilidad realiza todos los días dichos exámenes de forma aleatoria.
El proceso consiste en entregar licencia de conducir y tarjetón, posteriormente se realiza la prueba de antidoping que arroja un lector con 7 reactivos a sustancias nocivas para la salud.
En caso de resultar positiva, se realiza una segunda prueba para confirmar y garantizar su efectividad.
Para el examen alcoholímetro la prueba es más sencilla, pues se debe soplar una pipeta y esperar los resultados a los grados de alcohol.
Ambas pruebas se realizan en las bases de autobuses de las empresas concesionarias, así como en las terminales de transferencia a cargo de un equipo de 5 personas capacitadas, entre ellas una enfermera.