Usuarios del transporte público aseguran que el calor dentro de las orugas es insoportable además de los malos olores que se generan por la falta de unidades y la concentración de personas que utilizan este medio para trasladarse de un lugar a otro sobre todo en horarios pico.
Refieren que aunque cuentan algunas unidades con aire acondicionado el único que lo lleva prendido es el conductor mientras que el área en donde van los ciudadanos, muchas de las ocasiones va apagado o descompuesto.