Los altares se instalan con la intención de consolar a la Virgen por el sacrificio de su hijo Jesús, por lo que se deben retirar una semana después de su muerte.
El altar está integrado por flores y elementos en color negro, blanco y morado como señal de luto. Las esferas de vidrio son empleadas para reflejar la luz de las velas, además se coloca un espejo que representa a Dios y se deben encender por lo menos, siete velas.
En los altares a la Virgen de Dolores es común observar algunos otros elementos como los tapetes elaborados con aserrín que plasman figuras como pétalos de rosas o figuras bíblicas, en algunos se observan las siete dagas en el corazón de la Virgen, los cuales simbolizan los siete tormentos de María, es decir:
La profecía de Simeón, la huida a Egipto, el niño perdido en el templo, María se encuentra a Jesús rumbo al Calvario, crucifixión y muerte de Jesús, María recibe el cuerpo de Jesús al bajarlo de la cruz y el sepulcro de Jesús.