La falta de movimiento físico debido al poco tiempo que nos deja una jornada laboral, nos acarrea a ser aspirante a padecer una enfermedad cardiovascular, lo cual podría ocasionar un infarto y por ende, la muerte repentina.
La falta de movimiento físico debido al poco tiempo que nos deja una jornada laboral, nos acarrea a ser aspirante a padecer una enfermedad cardiovascular, lo cual podría ocasionar un infarto y por ende, la muerte repentina.
El 45 % de las personas que perdieron la vida durante su jornada laboral en 2018 fallecieron por un infarto cardíaco o cerebral, ya que si bien el trabajo no suele ser la causa de la enfermedad cardiovascular, si puede ser el detonante, afectando especialmente a las personas que trabajan a turnos, esto según datos emitidos por el programa nacional de Salud Cardiovascular.
Romper los ritmos normales como mantener la actividad física mediante el ejercicio, provocar picos indebidos de cortisol, no descansar bien o vivir bajo un nivel alto de estrés laboral, son algunas de las consecuencias de trabajar sin un buen descanso, lo cual ha sido acarreado a causa del consumismo y el cambio en los roles sociales.