Un mal hábito que cuesta la vida

Entre las enfermedades que puede desarrollar un fumador activo se encuentran el EPOC, cáncer pulmonar, fibrosis pulmonar, enfermedad vascular cerebral, infartos y también el envejecimiento prematuro de la piel.

El humo del tabaco tiene más de 4 mil productos químicos, de los cuales se sabe, que al menos 250 son nocivos para sus consumidores. Según estudios de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en el país hay 74 mil menores de 17 años que fuman un promedio de 5.8 cigarros al día. La edad media de iniciación en el consumo de tabaco es a los 19 años de edad, pues a menor edad, mayor adicción.

Para tratar el cáncer pulmonar, es de un promedio de 327 mil 774 en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), casi ocho veces más que el de mama. (fuente: el Instituto Nacional de Seguridad Pública) Gráfico En este sentido, ilustra la Organización Mundial de la Salud, que los beneficios al dejar el cigarrón son casi de inmediatos; a los 20 minutos disminuye la frecuencia cardiaca; transcurridas 12 horas las concentraciones de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad; y a los tres meses la circulación y la función pulmonar mejoran. Aunque las cifras han ido a la baja, es necesario seguir tomando conciencia sobre lo dañino de esta adicción que afecta tanto la salud como el bolsillo.