Vecinos de la comunidad de San Juan de Abajo, en su mayoría personas de bajos recursos y con necesidades alimentarias, usan los bebederos comunitarios de agua para llenar sus garrafones.
Dicha toma comunitaria se encuentra a las afueras del Centro Comunitario de la Fundación León en la calle San Mateo y fue auspiciada por SAPAL, por el gobierno de León y la propia fundación.
Muchas familias viven en casas hechas de lámina y desechos, y llegan a pagar hasta cinco veces más cara el agua que otras personas.
Para sopesar los tiempos de calor, almacenan el agua en tambos reciclados que muchas veces contienen residuos microscópicos de productos químicos industriales, están expuestos al polvo y bacterias.
El uso del agua almacenada en este tipo de contenedores, frecuentemente les causa enfermedades gastrointestinales. A su vez hay mucha desnutrición debido a que tienen uno o dos alimentos al día.