Las nuevas generaciones han perdido los valores, que coadyuvan a actuar de manera correcta, opinan los adultos de la tercera edad, al cuestionarles sobre la integración de hombres y mujeres cada vez más jóvenes a las filas del narcomenudeo y crimen organizado.
La culpa, señalan es de los padres que no han sabido orientarlos o corregir su comportamiento nocivo, motivo por el cual, urge fortalecer a los más jóvenes desde el núcleo familiar.