¡Ya lloró la Virgen!, Es una frase aún en uso en los tradicionales barrios y calles de León y es utilizada en el viernes de Dolores, pues es una costumbre, en la que ya entrada la tarde, se regala agua fresca, paletas heladas y nieve de sabores esto en símbolo de las lágrimas de la Virgen de Dolores.
El viernes de Dolores es una jornada en la que se consuela a la Virgen María, quien durante la Semana Santa pierde a su hijo, Jesús, crucificado en la cruz y quien posteriormente culmina con la resurrección, por ello en esta tradición se coloca un altar a la Virgen Dolorosa y se regalan paletas, nieve y agua de sabores.
El nombre de Viernes de Dolores se debía a Nuestra Señora de los Dolores, a quien también se conmemoraba en este día. Sin embargo, la reforma del Concilio Vaticano II eliminó las fiestas 'duplicadas', aunque se mantuvo el nombre.