La tradición de colocar un altar el día de muertos es de origen prehispánico donde se mezclan una serie de elementos los cuales tienen un significado en particular: sal, agua, papel picado, comida y la flor de cempasúchil, entre otros forman parte de la también llamada ofrenda con la que se da la bienvenida del Inframundo a nuestros fieles difuntos.