Las negociaciones para un cese al fuego en Gaza, mediadas por Estados Unidos y países árabes, están avanzando, pero el camino hacia un acuerdo es complejo y lleno de obstáculos.
Este lunes, se informó que las conversaciones están en una fase crítica, con un acuerdo que parece cercano, pero aún sin concretarse. Las negociaciones se han extendido durante meses, con momentos de optimismo seguidos de frustraciones.
La urgencia en las conversaciones aumentó tras la promesa de Irán y el grupo libanés Hezbollah de vengar la muerte de milicianos de alto rango en ataques atribuidos a Israel. Esto ha incrementado el riesgo de una guerra regional más amplia.
Hasta ahora, más de 280 trabajadores humanitarios han perdido la vida en Gaza, la mayoría debido a los ataques israelíes. La ofensiva ha causado más de 40,000 muertes palestinas, con vastas áreas devastadas y millones de desplazados. Hamás, por su parte, ha matado a aproximadamente 1,200 israelíes y mantiene a unos 110 rehenes en Gaza.
Los mediadores están trabajando en una propuesta de tres fases que incluye la entrega de rehenes por parte de Hamás, la liberación de prisioneros palestinos por Israel y un cese al fuego duradero.
Sin embargo, las conversaciones se han complicado debido a nuevas demandas de ambas partes. Hamás exige garantías de que Israel no reanudará las hostilidades después de la primera ronda de liberaciones de rehenes, mientras que Israel busca asegurar que no habrá demoras en la segunda fase de la liberación.
La situación también se complica por las exigencias de Netanyahu de mantener una presencia militar en la frontera de Gaza y por la presión interna en Israel para lograr un acuerdo que permita el regreso de los rehenes. Además, la posición dura de Yahya Sinwar, líder de Hamás, añade otra capa de dificultad a las negociaciones.
Grupos humanitarios han solicitado urgentemente un cese al fuego para permitir la llegada de ayuda humanitaria y evitar una crisis de hambruna y enfermedades en Gaza.
La ONU estima que la reconstrucción de Gaza podría tomar más de una década y requerir miles de millones de dólares. Mientras tanto, la presión internacional y las protestas en Israel claman por una solución que permita el regreso de los rehenes y el fin de la guerra.