Ante la falta de un espacio para jóvenes con discapacidad intelectual donde pudieran aprender un oficio y simplemente convivir; nació Casa Ramé donde jóvenes de diferentes edades aprenden diferentes trabajos para poder incorporarse a la vida laboral y social. En el lugar se imparten talles como de cocina, manualidades y actividades del hogar para que en un momento dado puedan ser auto suficientes los jóvenes que padecen esta discapacidad.