En las últimas horas, al menos 20 personas han muerto en diversos bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. Los ataques se han intensificado especialmente en el centro y sur del enclave, tras detectar el Ejército israelí infraestructuras militares y milicianos palestinos en estas áreas.
Según un comunicado del Ejército israelí, los bombardeos en la zona de Jan Yunis y las afueras de Deir al Balah responden a la presencia de infraestructura y militantes del grupo islamista Hamás. La ofensiva ha sido particularmente dura en las últimas horas.
El portavoz de la Defensa Civil en Gaza, Mahmud Basal, reportó que al menos 11 personas murieron en un ataque israelí contra una residencia en Beit Lahia, al norte de Gaza. La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños, quienes llegaron al hospital Kamal Adwan con graves quemaduras.
En otro ataque, tres cuerpos fueron recuperados de un edificio de apartamentos en el campamento de refugiados de Yabalia, también en el norte. Además, al menos seis personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un bombardeo durante la madrugada en el campamento de refugiados de Maghazi, cerca de Deir al Balah.
La crisis humanitaria se agrava con el éxodo masivo de desplazados. Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó sobre las precarias condiciones en la zona de Mawasi, donde miles de desplazados viven en condiciones infrahumanas. La falta de agua y productos de higiene ha llevado al aumento de infecciones de piel como la sarna.
El Ejército israelí también reportó la eliminación de unos 50 presuntos combatientes palestinos en el barrio de Tal al Sultan, en Rafah, la localidad más al sur de Gaza. Desde principios de mayo, las tropas israelíes llevan a cabo una incursión terrestre para desmantelar la "brigada de Rafah" de Hamás.
La situación se complica aún más con el cierre del paso fronterizo hacia Egipto, lo que limita la entrada de ayuda humanitaria. Las conversaciones para un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás siguen estancadas, con Hamás exigiendo la retirada total de las tropas israelíes, mientras que Israel se niega a abandonar la frontera con Egipto.
Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre del año pasado, tras un ataque de Hamás contra Israel, más de 40,100 personas han muerto en Gaza, 92,800 han resultado heridas, 10,000 están desaparecidas bajo los escombros y 1.9 millones han sido desplazadas, viviendo una crisis humanitaria sin precedentes.