Lima, 14 jul (EFE).- El Gobierno de Perú declaró en estado de emergencia a cuatro distritos de la región de Arequipa, en el sur del país, que fueron afectados el pasado 28 de junio por un terremoto de magnitud 7, que no causó víctimas mortales pero dejó daños en viviendas, carreteras y otras infraestructuras.
La medida fue oficializada mediante un decreto publicado en el diario oficial El Peruano y comprende a los distritos de Acarí, Atiquipa, Jaquí y Yauca, en la provincia arequipeña de Caravalí.
El estado de emergencia se mantendrá durante 60 días para ejecutar las medidas y acciones "de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación que correspondan" tras el impacto del sismo.
La norma también dispone que el gobierno regional de Arequipa y los gobiernos locales ejecutarán "las medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación de las zonas afectadas", en coordinación con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y con la participación de ministerios e instituciones públicas y privadas.
Establece, además, la lista de bienes considerados como donaciones, que comprenderán material médico, alimentos y bebidas, prendas de vestir, útiles de aseo y limpieza, maquinaria y equipos, generadores eléctricos, combustible y materiales de construcción, entre otros.
El Indeci informó que el territorio de Arequipa ha sido afectado por más de treinta réplicas del terremoto de magnitud 7, la última de ellas de magnitud 6, que se registró durante la madrugada del pasado viernes, sin que se reporten daños personales o materiales.
La Defensa Civil detalló que los movimientos telúricos tuvieron magnitudes que oscilaron entre 4.0 y 6.4 y una profundidad promedio de 29 kilómetros frente a la costa de Arequipa.
Agregó que el sismo principal fue el único que generó una alerta de tsunami en la costa peruana, que luego fue desactivada.
Perú está ubicado en una región conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce más del 80 % de la actividad sísmica mundial.
El último terremoto devastador en el país se produjo frente a la ciudad costera de Pisco en agosto de 2007, cuando un movimiento de magnitud 7,9 golpeó a esa localidad y toda la región sureña de Ica, con un saldo de más de 500 fallecidos, así como millonarias pérdidas en infraestructuras y viviendas. EFE
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