De acuerdo a investigadores de la máxima casa de estudios del estado, los factores que influyen para que un huracán impacte tierra son la presión atmosférica, viento y temperatura del mar. La trayectoria que mantuvo Lorena fue de acuerdo a las predicciones que se tenían, por lo que en ningún momento realizó un movimiento abrupto que no fuera analizado por los modelos que manejan los centros de investigación de huracanes.