En ocasiones la vida nos pone obstáculos que debemos enfrentar haciéndonos tomar decisiones que nos permiten seguir adelante tal es el caso de Anabel fernandez quien desde muy niña aprendió el arte del malabarismo, el cual por diferentes situaciones de la vida tuvo que abandonar.
Originaria de Chihuahua , Anabel menciona que la situación de inseguridad que se vive en ese estado la orillo a emigrar a Los Cabos lugar del cual quedó enamorada. Comenta que la pérdida de su trabajo por motivos de la pandemia la orillo a salir a las calles a buscar el sustento diario volviendo a los cruceros para deleitar a los automovilistas con su número de malabares.