El principal sindicato de toreros de México, la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos Rejoneadores y Similares (ANMTNRyS), anunció que presentará un recurso de amparo contra la nueva ley que prohíbe los castigos y la muerte de toros en las corridas en Ciudad de México.
Además, se solicita el amparo a título individual para los matadores contratados en la Plaza México desde 2016, año en que la empresa gestora actual tomó control de este importante recinto taurino.
La polémica ley, presentada el 11 de marzo por Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, prohíbe las llamadas "corridas de toros con sangre". La medida fue anunciada por Brugada en una rueda de prensa donde expuso su postura contra la violencia hacia los animales. A raíz de esta medida, los toreros se reunieron en las oficinas de la ANMTNRyS y decidieron actuar en conjunto para recurrir a la justicia.
Paco Dóddoli, presidente de la ANMTNRyS, expresó que la nueva legislación representa una prohibición de facto para los toreros, quienes no están dispuestos a lidiar con los toros bajo estas nuevas condiciones. "Ninguno de nuestros afiliados va a torear con este reglamento", afirmó Dóddoli. Los matadores han manifestado su total oposición a la ley y han decidido recurrir al amparo como sindicato.
La controversia ha tomado fuerza entre los propios toreros, como lo confirman figuras importantes del gremio. Joselito Adame, con 18 años de carrera y más de 16 cirugías debido a percances con los toros, manifestó que no está dispuesto a torear bajo la nueva ley. Lo mismo ocurrió con José Mauricio, con 20 años de alternativa, quien también rechazó la prohibición, argumentando que esta ley "va en contra del toro y de un arte que es vida y muerte".
Isaac Fonseca, una de las jóvenes promesas de la tauromaquia, también se mostró en contra de la nueva legislación. Con tan solo dos años de alternativa, Fonseca aseguró que no podría presentarse en un ruedo bajo estas condiciones y que, si la prohibición se extiende por todo el país, emigraría a Europa para continuar su carrera.
Por su parte, Diego Silveti, un diestro con 14 años de alternativa y miembro de una dinastía torera, también se negó a aceptar la nueva ley, argumentando que lo haría "traicionar un legado". Estos fuertes pronunciamientos reflejan el rechazo generalizado en el gremio taurino a la medida, que consideran atenta contra una tradición de siglos.
Además de los toreros, los aficionados y propietarios de las localidades también se han mostrado indignados, e incluso han apoyado las acciones legales para revertir la ley. La preocupación en la comunidad taurina es tal que temen que esta prohibición, conocida como la "Ley Brugada", pueda extenderse a otros estados del país. En Aguascalientes y Guanajuato ya se han presentado propuestas similares, y en Michoacán, el 3 de abril, se aprobó la prohibición de las corridas de toros.
La batalla legal apenas comienza, y el futuro de las corridas de toros en la Ciudad de México y otras partes del país podría depender de los tribunales.