Desde finales de los 90 y durante la alternancia del 2000, los Partidos Políticos tuvieron sus años maravillosos. Fondos públicos que en dos décadas no habían logrado igualar. Los números hablan. Derriban un mito, una afirmación que todos repiten: los partidos reciben más y más dinero.
La base de datos con 27 años de financiamiento público y desempeño electoral de los partidos, revela que solo fue cierto hasta 2006, cuando se autoimpusieron una reducción menos drástica de cómo la anunciaron, que resultó gradual y temporal. Pero en 2024 eso se acabó, el dinero otra vez está incrementándose. Veamos.
Para este análisis se convirtieron a pesos constantes los ingresos de los partidos y se establecieron las comparaciones.
LOS CORTES DEL PASTEL
Mientras se pasea el fantasma de la Reforma Electoral de la 4T, que amenaza con un recorte sin precedente en la historia al financiamiento público del Sistema Electoral, la bolsa garantizada a repartir a partidos en 2025 es más grande que cualquier otro año sin elecciones en los últimos 20. La reducción anual de recursos públicos a partidos paró en 2021:
Es un retorno al pasado. Como en los tiempos de la hegemonía del PRI, cuando se llevaba hasta un 45% de la bolsa. Aquel PRI de 1997, es ahora Morena con más de una tercera parte de los 7,213.5 millones de financiamiento público total.
Votos es dinero y llegó a Morena de forma explosiva: después de su primera participación en 2015, la elección intermedia de Peña Nieto, alcanzó 9% de los votos y 9% de la bolsa en 2016, en 10 años la diferencia es 300% mayor.
Acción Nacional tendrá el próximo año 39% menos dinero que en 2001 porque disminuyó un 92% su porcentaje de votos.
Al PRI es a quien le irá peor en 2025. Bajará un 58% su financiamiento con respecto al primer año sin tener la presidencia, porque sus votos se redujeron un 69%.
Del lado contrario están PT, Verde y Movimiento Ciudadano. El PT tiene 63% más dinero que hace una década, en términos reales, el Verde 31% más recursos, y Movimiento Ciudadano 70% más.
Paulina Creuheras, SubDirectora de la Consultoría Integralia, una empresa que fundó Luis Carlos Ugalde, Presidente del IFE en la elección de 2006, ve un peligro es estas condiciones de distribución del financiamiento, porque el partido en el poder tiene recursos de sobra para imponerse sobre el resto.
"En teoría esta fórmula como la conocemos actualmente tenía por objeto, que eh, hubiera una suerte de piso parejo entre todos los partidos al establecer la preponderancia del financiamiento público para los partidos y las campañas, pero pues en los hechos en lo que ha resultado es que, eh? El partido que en el gobierno en el poder y el partido que tiene más votos que generalmente es el mismo este, pues está en una posición de ventaja, no?..."
La elección de 2024 no solo fue la más grande de la historia, sino también la más cara: 60,451.3 millones de pesos, es el dato consolidado.
DINERO ILEGAL
Los partidos cada vez recibían menos recurso público, hasta 2024, y cada vez gastaban más. En las campañas electorales de este año, lospartidos reportaron gastar 20 millones de pesos más de los ingresos que tuvieron.
Pero entre los puntos que propone la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral que presentó el ex presidente López Obrador en febrero de este año, se encuentra la reducción a la mitad del financiamiento público para los partidos políticos.
Víctor Díaz de León, es Coordinador de Investigación de Laboratorio Electoral, un Think Tank que analiza temas para la consolidación de la democracia, aclara que puesto en perspectiva el financiamiento público es la mejor manera de controlar el dinero a través de la fiscalización del INE. Han hecho estudios sobre la viabilidad del recorte y aunque consideran que reducir el gasto público de los partidos podría suponer un ahorro para el erario, no es suficiente para eficientar el costo del sostenimiento de los partidos políticos o las elecciones.
"Entonces, financiar a un partido político a través de un mecanismo primordialmente privado siempre deja abierta la puerta a que sean intereses no deseados quienes participan en la política".
Estos actores podrían ser grupos de presión, crimen organizado o grupos empresariales que condicionen el financiamiento a sus propios intereses. En esto coincide Paulina Creuheras.
"Si redujéramos el costo legal de las campañas no se resolvería el problema del todo, seguiría habiendo financiamiento ilegal. Entonces, en mi opinión, a lo que habría que apostarle es a tratar de encontrar mecanismos para evitar el financiamiento ilegal de las campañas".
Toda la estructura político-electoral que hasta hoy conocemos: el Instituto Nacional Electoral, los 32 Organismos Locales, el Tribunal Federal y los 32 Tribunales Estatales, los 6 partidos con registro nacional y los locales, tienen un respiro en 2025, y recursos para sostenerse.
Después, vendrá la gran discusión sobre el nuevo sistema de partidos y de instituciones electorales para México. Esto va a significar un cambio en el esquema de financiamiento de los partidos y la necesidad de una fiscalización que ponga el ojo en el dinero ilegal para mantener una democracia con la calidad que conocemos.