Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que 34% de adultos de la tercera edad, aún trabajan, de estos 96.2% carece de seguridad social por estar empleado en actividades informales.
Tal es el caso de Don Ernesto Arias Davalos, un hombre de 77 años que se gana la vida hace más de 10 años vendiendo cacahuates en la Ciudad de Los Mochis.
Pasó sus años de juventud de oficio en oficio hasta que no recibió más oportunidades de trabajo debido a su edad, por lo que juntó para un triciclo y empezó con la venta de bolsitas de cacahuates.
"Anduve de mesero en bares y todo eso, ya después agarré esto y ya no lo suelto, es donde saco la feriecita" -Ernesto Arias "El Cacahuatero", comerciante informal.
Don Ernesto no cuenta con el apoyo de sus hijos, ni recibe una pensión, por lo que a pesar de la pandemia sigue en la lucha por llevar comida a su mesa.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el número de habitantes con 60 años o más llega a 14 millones, cifra que representa más de 10% de la población; sólo una cuarta parte recibe pensión.
"La gente ya me conoce, pues, ya tanto tiempo y me quedo un rato aquí con el de la birria, de aquí con doña Eva la que vende tacos a vapor, de ahí me vengo para atrás, es todo lo que hago" -Ernesto Arias "El Cacahuatero", comerciante informal.
Como Don Ernesto, son más de 5 millones de adultos mayores en México quienes solo cuentan con el apoyo de sus clientes para poder dar una vida digna.