Ulises Pinzón es un joven ambientalista originario del puerto de Topolobampo, desde hace 5 años se sumó a la lucha de las comunidades indígenas, pescadores y ambientalistas en defensa del sitio ramsar Lagunas de Santa María-Topolobampo-Ohuira en donde se pretende construir la planta de amoníaco, proyecto que impulsa la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO).
Desde el mes de Noviembre del 2018 el proyecto se encuentra detenido por 6 amparos con suspensión definitiva que fueron promovidos por las comunidades indígenas; Lázaro Cárdenas, Ohuira y Paredones, así como restauranteros de playa El Maviri ante la Suprema Corte de Justicia.
En la intensa lucha por defender el respeto al medio ambiente, y tras el riesgo de perder su única manera de supervivencia, la pesca, el joven ambientalista quien ha estado al frente del colectivo "¡AQUÍ NO!" ha denunciado y evidenciado publica y legalmente actos de corrupción en los 3 niveles de gobierno que han arropado un proyecto.
Sin embargo, el evidenciar la corrupción y el oponerse a la ubicación del proyecto de la planta de amoníaco y a la consulta ciudadana a realizarse este próximo domingo 28 de noviembre le ha costado al joven ambientalista verse obligado a abandonar el Puerto de Topolobampo, tras recibir amenazas de muerte, esto lo hizo público en sus cuentas de redes sociales.
"Gente de la delincuencia organizada los ha visitado, eso hay que decirlo tal y como es, gente de Lázaro Cárdenas, no voy a decir nombres ya es cuestión de quien quiera hacerlo público, los han visitado, entonces condenamos públicamente todo esto que está pasando, lo mío pues ya se hizo público, la verdad yo sí tengo miedo, sabemos lo que pasó con Gerardo Vargas cuando era secretario de gobierno en el sexenio de MALOVA entonces el tema está muy delicado". expresó el joven ambientalista en la reciente manifestación en la ciudad de Los Mochis.
Organizaciones civiles condenan que en vez de que jóvenes abandonen sus comunidades para trascender lo hagan por la falta de condiciones de seguridad y lo peor aún por defender causa justas como la bahía de Ohuira que tanto le ha dado a la región y en donde se pretende construir la planta de amoníaco violentando convenios internacionales de la Convención sobre Humedales, conocida como la Convención de Ramsar.