La agricultura protegida es aquella que permite al productor controlar algunos factores del medio ambiente como lo son la luz, la temperatura, el agua y los fertilizantes, con lo cual se minimiza el impacto que los cambios del clima ocasionan a los cultivos. El uso de estas herramientas registra un incremento en los últimos años en Sinaloa y México.
La agricultura protegida genera alrededor de 240 mil empleos directos, 300 mil indirectos y 100 mil nuevos de forma anual. El 50 por ciento de la superficie de este tipo de producción en México se concentra en tres Estados: Sinaloa, Jalisco y Baja California, datos generados por la Financiera Nacional de Desarrollo (2016).
"Ha ido año con año aumento, si bien, son cultivos de mucha inversión, pero los beneficios se ven inmediatamente. A raíz que este tipo de agricultura ha ido aumento, por supuesto que la otra, la de cielo abierto ha ido a la baja", agregó Marte Vega, Jefe de Distrito 01 de SAGARPA.
Ante las condiciones más estrictas de sanidad e inocuidad en los mercados, tanto nacional como internacional, esta técnica trae beneficios en los resultados ya que incrementa la calidad de los productos, permite el cultivo durante todo el año y brinda certezas al horticultor.
Las estructuras más utilizadas de la agricultura protegida son los invernaderos, malla sombra, túneles altos y bajos; estas instalaciones son diversas ya que depende de la menor o mayor capacidad de control ambiental.
"Los beneficios que tienen los invernaderos en la región y todo México, es cubrirte de los insectos, la temperatura, al ser así la planta te permanece más tiempo en vida y tu producción se duplica o triplica a la vez. En Sinaloa sigue creciendo, hay una cultura de 15 años para acá se siente más una necesidad en lo hortícola", señaló Fernando Román, proveedor de invernaderos a nivel nacional.
Los principales productos de agricultura protegida en México son: tomate que representa un 70 por ciento de la superficie en este rubro, pimiento con el 16 por ciento, pepinos en un 10 por ciento y chiles, berries así como floricultura con el 4 por ciento.
Además, el 80 por ciento de la producción de estos cultivos se destina al mercado de exportación: el 79 por ciento a Estados Unidos, el 18 por ciento al mercado nacional mientras que el resto a Canadá y otros países.