En México ocurren alrededor de mil casos anuales de cáncer de piel, según información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es el tipo de cáncer más comunes en el mundo, y el segundo más frecuente en nuestro país.
Esta enfermedad se genera cuando se producen mutaciones en el ADN de las células de la piel y puede ser de 3 tipos, los cuales son carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
De estos, el carcinoma basocelular es el cáncer más frecuente, se desarrolla en zonas de piel expuestas al sol, la lesión no se expande y únicamente afecta el lugar donde se ubica el daño.
El carcinoma espinocelular, puede llegar a ser agresivo si no se trata a tiempo, ya que puede crecer o diseminarse a otras partes del cuerpo, ocasionando complicaciones severas.
Mientras que el melanoma suele ser el más agresivo y se origina en las plantas de las manos o pies, por debajo de las uñas y entre los dedos.
Aunque es más común en personas de tes blanca, todos estamos expuestos a esta enfermedad, y entre todas las maneras de evitarlo las principales son prevenir la exposición a la luz ultravioleta (UV), usar un bloqueador o filtro solar con un factor de protección (FPS) mínimo de 30, y volverlo a aplicarlo cada cuatro horas, y utilizarlo todos los días no sólo al visitar playas, albercas o ríos y sobre todo no usar camas de bronceado ya que son más peligrosas que la radiación solar natural.
A pesar de que el cáncer de piel es el más frecuente no tiene una tasa de letalidad alta, sin embargo, es necesario no bajar la guardia y prestar atención a los signos que presentan para brindar un diagnóstico y tratamiento oportuno.