En México el 59.1% de los hogares se encuentra en algún grado de inseguridad alimentaria, es decir 6 de cada 10 hogares en el país no tienen garantizada la alimentación, mientras que 47.1% reportó reducción en el gasto de comida.
Por estas cifras muchas congregaciones se han unido para aportar de manera voluntaria un granito de arena en su comunidad y dar de comer a quienes menos tienen, pero ahora el reto es enfrentar los altos costos de los insumos básicos para seguir brindando el apoyo, ya que la demanda a incrementado en gran porcentaje.
" Son personas que la gran mayoría vive en las calles y familias que vienen con niños muy pequeños que en realidad yo las veo y se ve que no tienen al menos para comer una comida al día "
Don Francisco Armenta es un adulto mayor dedicado a la venta de coricos quien a pesar de tener desgaste en sus huesos recorre las calles de la ciudad para ganarse la vida sin embargo hay días en que las ganancias son tan pocas que no le alcanza para comer , es por ello que recurre a los comedores comunitarios.
"Es una ayuda inmensa la que nos están dando, y le digo un secreto, también voy al Sagrado Corazón y me dan otro bocadito, así a completo comida y cena y ya mañana será otro día"
El comedor comunitario de la Parroquia San José tiene más de 26 años operando gracias a los donativos económicos o en especie y a los voluntarios que aportan elaborando los platillos , en este lugar se sirven a diario más de 130 paquetes por un precio significativo de 5 pesos.