Luego de permanecer por seis años con terapia sustitutiva de diálisis y hemodiálisis para eliminar las toxinas de su sangre y de que su vida estuviera comprometida después de padecer COVID-19, María del Carmen Cabada Verdín, una joven mujer madre de familia y trabajadora, recibió un trasplante renal en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 49 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Los Mochis, Sinaloa.
La paciente de 42 años presentó problemas renales crónicos que mermaron su salud al grado de requerir la terapia sustitutiva, lo cual la obligaba realizarse tres sesiones de hemodiálisis por semana, lo cual ya no será necesario gracias al órgano que le fue donado por su hermana.
Para lograr con éxito la cirugía, se contó con todo un equipo multidisciplinario del HGZ No. 49, como los doctores Elisa Flores, Daniel Iván Sevilla y Eymard Gámez, médicos angiólogos; el médico cirujano Iván García; el doctor Fabián Cota, especialista en urología, así como Javier Alonso Higuera y Belinda María Sánchez, médicos anestesiólogos, además de Gustavo López Gastélum y Javier Ibarra, especialistas en nefrología, así como el médico internista Santiago Zúñiga.
Al respecto, el médico especialista en angiología y cirugía vascular, Eymard Gámez Gámez, en calidad de vocero del equipo de trasplantes del HGZ No. 49, señaló que el procedimiento fue exitoso y que con éste se retomará el programa de cirugía de trasplante renal después de la atención a la pandemia por COVID-19 que dejó "pausado" el programa.
"Al disminuir ya los casos de COVID-19, coordinados ya con nuestras autoridades, pudimos reactivar este programa de trasplantes. Concretamos y valoramos a las pacientes con todo el protocolo y se programó el pasado 17 de mayo el procedimiento. La cirugía tuvo una duración de las 8:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde", comentó.
Gámez Gámez señaló que a las 24 horas de haberse realizado el trasplante, el riñón comenzó a eliminar las toxinas de la sangre y gracias a la evolución favorable que estuvo monitoreada por diversos especialistas, la paciente pudo ser dada de alta el pasado 24 de mayo.
Por su parte, María del Carmen refirió que: "En diciembre de 2020 tuve COVID y gracias a eso tuve que entrar a terapia de hemodiálisis de emergencia, pero ya tenía seis años con terapia sustitutiva por mi padecimiento renal".
Después de estar por casi dos años dependiendo de una máquina para "limpiar" su sangre y de no poder viajar por la necesidad de acudir a sus sesiones, María del Carmen recibió un riñón de su hermana mayor, Susana.
"Mi hermana fue la primera en decirme que ella quería donarme un riñón, aún sin saber si éramos compatibles. Comenzamos todo el protocolo, estudios muy rigurosos, nos vieron muchos especialistas y por fin se determinó que sí podía donarme su riñón y gracias a la maravillosa intervención de todo un equipo de doctores y doctoras especialistas, enfermeros y otras muchas personas, se logró el trasplante", comentó.
Susana del Carmen Cabada Verdín, hermana mayor de la paciente trasplantada y quien donó su riñón para ayudarla a recobrar su salud, menciona que se decidió a donar para mejorar la calidad de vida de María del Carmen, pues ya tenía mucho tiempo en hemodiálisis y era la mejor manera de aumentar su calidad de vida.