Desde hace 40 años, la esquina de Allende y Madero en Los Mochis es conocida por la venta de piñatas. Maricela Ruíz Armenta, tiene 25 años dedicándose a la elaboración de piñatas, sin embargo el negocio tiene más de 40 años.
"Tenemos, bueno yo tengo 24 años, la familia de mi esposo es la que inició este negocio pero ya son 45 años de tradición de las piñatas".
Una de las versiones del origen de las piñatas se adjudica a la civilización maya, cuenta la historia que practicaban un juego con los ojos vendados, para ello colgaban una olla de barro y trataban de romperla.
Los 7 picos de la piñata simboliza los 7 pecados capitales:pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia y soberbia.
El palo que se emplea para pegarle a la piñata y romperla simula la fuerza con la que se vence al mal y se destruye la falsedad y el engaño.
La venda con la que se cubren los ojos representa la fé ciega en Dios.
Los colores brillantes simbolizan las vanidades del mundo y las tentaciones del demonio.
Los frutos y dulces con los que se rellena la piñata es la recompensa por vencer el pecado.
"No quiero oro, ni quiero plata, yo lo que quiero es romper la piñata", porque al romperla se derramarán sobre nosotros las recompensas, dones y regalos en forma de dulces, frutas, cacahuates que nos obsequian las piñatas por haber vencido al mal.
Los festejos durante el mes decembrino representan la temporada más importante para comerciantes con venta de piñatas que durante el mes logran vender poco más de 300 piñatas de diferentes formas y personajes.