Investigadores advierten sobre la aprobación del herbicida 2,4-D en la agricultura y sus posibles repercusiones en la salud y el medio ambiente.
Guasave, Sinaloa.-El ácido 2,4 diclorofenoxiacético, es un herbicida usado en el control de malezas de hoja ancha, el tercer herbicida más ampliamente utilizado en Norteamérica, y el más usado en el mundo, sin embargo por su toxicidad, en México su uso estaba prohibido.
Se aplica directamente a los sistemas agrícolas acuáticos y convencionales para controlar las malas hierbas, y se encuentra entre los contaminantes más ampliamente distribuidos en el medio ambiente.
Los organismos que no son el objetivo están expuestos a los efectos tóxicos según la dosis y la frecuencia de la exposición.
Los hallazgos de investigaciones del 2,4-D, demuestran graves efectos eco toxicológicos en la vida acuática, vegetal y humana, todo esto especificado en un reporte del Sistema Nacional de Información sobre Bioseguridad del Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), en el que se especifica también que en un futuro próximo, la utilización del 2,4-D en la agricultura aumentará, lo que puede causar niveles de residuos relativamente altos y potencialmente inseguros en el medio ambiente.
En México, este año las primeras empresas agrícolas, ya iniciaron con la oferta de productos para la protección de cultivos con autorización oficial para su aplicación en drones, esto como parte de la ahora llamada agricultura de precisión, esto para la optimización de recursos y la minimización considerable del impacto ambiental, sin embargo hay instancias gubernamentales que debieran proteger la inocuidad y la calidad agroalimentaria, no obstante están dando la autorización para que este herbicida sea utilizado por esta vía, así lo aseguró con preocupación, María del Carmen Martínez, investigadora de la Universidad Autónoma de Occidente.
"Se está autorizando su uso ahora en combinación con otro herbicida y se ha autorizado para ser aplicado vía drones, entonces el impacto que pueda tener tanto al ambiente como como a la salud humana si es algo de relevancia".
La académica aseguró que su autorización, se está dando en combinación con otro herbicida, por lo que el impacto que podría tener en el medio ambiente y la salud humana mediante el uso de drones, es para ser reconsiderado, ya que por este medio, las moléculas de este herbicida puede llegar a desplazarse distancias muy grandes.
Detalló que en un estado como Sinaloa, en el que los cuerpos de agua que alimentan la red potable se encuentran a cielo abierto podría ser muy peligroso para la salud humana.
"La invitación es a informarnos para producir un alimento cada vez más sano, que cause menos agresión al medio ambiente y a la salud, el viento está en constante movimiento y traslada las moléculas a distancias mu lejanas al punto donde fueron aplicados esos productos".
La investigadora informó que los efectos nocivos del 2,4-D en mamíferos, incluidos los seres humanos pueda causar infertilidad, por lo que hace el llamado al sector agrícola contemplar la posibilidad de no utilizarlo y optar por otros recursos menos tóxicos y dañinos para el medio ambiente y la humanidad.
"Nosotros pedimos la posibilidad de que revalúen esa postura, porque si es algo que debe de ser estudiado y analizado y que hay una posibilidad importante de que puedan utilizar otras alternativas, otros herbicidas menos tóxicos y menos dañinos".