La reducción de siembras por la escasez de agua por la sequía persistente en el norte de Sinaloa afecta no solo a productores si no también, a jornaleros agrícolas al disminuir de menara significativa la demanda de mano de obra en el campo.
Líderes de transportistas de personal al campo señalan que, a diferencia de años anteriores, la demanda de mano de obra ha sido significativamente menor al inicio de este ciclo. Esta situación está impactando negativamente en la economía de las familias jornaleras que dependen de los ingresos generados por el trabajo en el campo.
El comercio es otro sector que también resiente la crisis por la sequía, al disminuir el circulante económico.