Luego de que el agua saliera del interior de sus viviendas, damnificados empezaron con los trabajos de limpieza y a tirar enceres que quedaron completamente chatarra.
Con el apoyo de Servicios Públicos Municipales, vecinos de sectores como la Valle Bonito y San Francisco empezaron a retirar camas, comedores, sillas, refrigeradores y demás enceres que quedaron a ya no servir.
En un sondeo realizado a vecinos afectados, comentaron que el 80 por ciento de los enseres domésticos se perdieron tras la inundación.
Manifestaron su preocupación tras las repercusiones a la salud derivado de los malos olores que se desprenden de los brotes de aguas negras.
En este sentido, llamaron a las autoridades de salud a que se ponga en marcha acciones preventivas como encalamiento de calles, fumigación contra el dengue entre otras acciones.