Cada noche de cada 15 de septiembre, los mexicanos nos vestimos de verde, blanco y rojo, preparamos grandes festines con antojitos mexicanos como pozole, menudo, barbacoa, tacos, gorditas y más, así como una gran fiesta mexicana para divertirnos entre familia y amigos, sin embargo, con el pasar de los años se ha perdido el verdadero sentir de esta conmemoración que desde hace 212 años debe ser de gran orgullo para todos los mexicanos donde un pueblo se levantó para luchar por el derecho natural.
Fue un 16 de septiembre de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó al pueblo de Dolores para levantarse en armas y luchar contra el imperio español, abriendo paso a la guerra de independencia que finalizó el 27 de septiembre de 1821. El famoso ''Grito de Dolores'', se volvió uno de los sucesos históricos más importantes en la historia de México, ya que inspiró a miles de mexicanos a rebelarse contra el enemigo extranjero, mientras Miguel Hidalgo ondeaba la imagen de la Virgen de Guadalupe, el estandarte de esta rebeldía.
Tras meses de rebelión, la lucha cesó tras fusilar a Hidalgo en 1811 en el estado de Chihuahua, más adelante, la lucha fue retomada por José María Morelos y Pavón, quien hizo una declaración formal de independencia en el año de 1813, sin embargo, él también fue asesinado y con su muerte se disipó el movimiento que encabezaba.
Así avanzó la historia de México, hasta llegar a nuestros días y a pesar de que tuvieron que pasar muchos años y muchos eventos históricos para que España reconociera la independencia de México, quedó estipulado el día 16 de septiembre por significar el inicio de una rebelión que luchó por su libertad.
El 16 de septiembre es una de las fechas más importantes y una de las celebraciones más grandes en México, sin embargo, no hay que olvidar que detrás de cada fiesta mexicana, hay una historia llena de valentía, coraje y amor por la patria, esa misma esencia que alberga en cada mexicano y que debe ser de gran orgullo por pertenecer a tierras que inspiran libertad.