Este año ha sido de estire y afloje entre el Gobierno del Estado de Sinaloa y transportistas urbano en torno al posible aumento en la tarifa del transporte público. Para los concesionarios ya no es redituable dar el servicio, pues el precio del combustible sube cada día, mientras la tarifa se mantiene desde hace dos años.
Cada camión vende en promedio 300 boletos es decir, 2550 pesos diarios de ingreso. De ahí, el camión debe pagar mil 800 de diesel, además del sueldo al chofer que ronda los 400 pesos. Con estos números, cada camión tiene ganancia de 300 pesos diarios, de donde tienen que salir los gastos de mantenimiento de la unidad, así como del crédito para pagar las 17 nuevas unidades, por las que deberán desembolsar 33 mil pesos cada mes, de los nuevos camiones que cuentan con aire acondicionado, botón de pánico y cámaras de seguridad, para dar un mejor servicio a los pasajeros.
Estos números reflejan lo nada redituable que resulta el servicio del transporte público, es por eso que los transportistas urgen al Gobierno del Estado el incremento en la tarifa en Los Mochis.