Como si se tratara de un pueblo fantasma, es lo que se percibe al recorrer el ejido Rosendo G Castro ubicado en la sindicatura de Topolobampo, Ahome. Sin niños jugando en la calle o canchas, ni gente en sus porches o sombras de árboles durante las tardes, lo que se respira es esta comunidad es humedad y la sal que brota de la tierra.
Al transitar por su calles ensalitradas, puede observarse viviendas que aún se encuentran rodeadas de lagunas de agua que dejaron las lluvias, y es que cuando se registran fuertes precipitaciones, parte de este ejido queda bajo el agua.
Hasta 20 días tienen habitantes viviendo con lagunas junto a sus viviendas, "pues bien mal, todos inundados no podemos ni salir literalmente, (el agua se mete a las viviendas) sí se mete mucho... ya tiene más de 20 días (laguna)" dijo Gabriela Moreno, habitante del ejido RGC. Ella vive de manera temporal con su madre, una mujer de edad avanzada cuya vivienda se encuentra a escasos metros de una gran laguna de agua.
Esta comunidad está compuesta por alrededor de 200 viviendas,varias de éstas se encuentran rodeadas o junto a lagunas, y es que el ejido no cuenta con el servicio de drenaje. Ante estas condiciones, preocupa a los habitantes el foco de infección que representa, además de ser propicio para la reproducción del dengue.
Aseguran que no soportan los moscos, que además del factor humedad, se ven atraídos por la basura, ya que no cuentan con buen servicio de recolección, "quemar la basura porque no hay más que hacer si no nos comen los moscos, hay mucho mosco" dijo adulto mayor de la comunidad.
Un pueblo olvidado, así lo consideran, piden a la autoridad acciones que les permitan una vida digna, solicitan fumigaciones, recolección de basura eficiente, drenaje y pavimentación de sus calles, que quedan intransitables en esta temporada.